Experiencia no le falta. Ha arbitrado partidos en fases finales de grandes torneos e incluso la final de la Liga de Campeones de 2015, ganada por el Barça de Luis Enrique a la Juventus. Pero el colegiado internacional turco Cüneyt Cakir cometió un gravísimo error, nunca visto, que le ha situado en el centro de todas las críticas.

La acción ocurrió durante el partido entre el Rizespor y el Osmanlispor. Tras una falta botada al área visitante, Cakir decretó penalti a favor del Rizespor al apreciar unas manos de un futbolista rival dentro del área. El colegiado no se equivocaba, las manos existieron, el único problema es que fueron de Zydrunas Karcemarskas… ¡el portero del Osmanlispor!

A pesar de las numerosas y airadas protestas de los futbolistas visitantes, Cakir no cambió su decisión. Quizás un poco de videoarbitraje no le hubiera ido mal en este caso. A todo esto, Jantscher acabó fallando el penalti y fue el Osmanlispor el que se acabó llevando el triunfo con un gol en el último suspiro también de penalti. Guiños del destino.