Wayne Rooney fue el protagonista excluyente de las últimas horas en el seleccionado de Inglaterra, sin haber jugado un minuto en el amistoso que su país empató frente a España 2-2 en Wembley. Es que el delantero del Manchester United fue noticia por unas fotos en las que se lo ve supuestamente borracho en plena concentración del plantel inglés.

El diario local The Sun reveló que, tras ganarle a Escocia por 3-0 por las eliminatorias para Rusia 2018, el delantero fue invitado a una boda que se celebraba en el hotel de la concentración del plantel inglés. Según el diario, Rooney no dudó en pasar un rato por la fiesta y a las cinco de la mañana «había bebido tanto vino tinto que apenas podía hablar».

En las imágenes, Rooney aparece junto a otros invitados con la ropa de la selección. Al día siguiente de la fiesta, desafectado del plantel por el entrenador Gareth Southgate, que argumentó problemas físicos para que el atacante no esté contra España.

Según un allegado del jugador, Rooney fue «contactado por numerosos huéspedes para autógrafos y fotos». «Wayne estaba feliz de firmar, posar y charlar con todos. Es triste que uno o dos de ellos trataron de convertir la naturaleza amistosa de Wayne en su ventaja», disparó, según indicó otro periódico inglés, The Mirror.

El incidente repercutió en la propia asociación de fútbol de Inglaterra (Football Association), que desaprobó el comportamiento del delantero y advirtió que de ahora en más revisarán qué hacen los jugadores en su tiempo libre. «Todo el personal de Inglaterra tiene la responsabilidad de comportarse apropiadamente en todo momento. Revisaremos nuestra política en torno al tiempo libre, mientras estamos de servicio internacional», dijo un portavoz de la FA, según informó The Mirror.