Diego Costa pidió ser sustituido este sábado en el partido ante el Leicester. Con el juego 2-0 a favor del Chelsea (terminaría 3-0), el delantero quiso evitar recibir una tarjeta amarilla que le impidiera disputar el choque de la próxima semana con el Manchester United. Sin embargo, Antonio Conte no le hizo caso y lo dejó en el campo.

Al final del partido, el DT explicó su decisión: «Si puedo, lo mantendré hasta el final. Sé que es un riesgo, por una tarjeta amarilla o por una hipotética lesión, pero yo soy el que decide. Tiene que entender que, para este equipo, es un jugador con mucha personalidad».

«Sé que tomé un riesgo, ya que si recibía otra amarilla se perdería el choque con el Manchester United. Para mí es un jugador muy importante. Yo soy el que decido los cambios. Y soy yo el que acepta la responsabilidad en todas las situaciones, positivas o negativas. La decisión es mía», cerró.