Neymar hizo historia al anotar el gol más rápido de la historia de los Juegos Olímpicos. El capitán de Brasil, que había estado bastante discutido, anotó a los 16 segundos de partido. Wilson Palacios perdió ante la presión del azulgrana en el saque inicial y el habilidoso extremo se anticipó al guardameta, la pelota rebotó contra él y terminó en el fondo de las redes.

La alegría se desbordó en el estadio pero rápido pasó a la incertidumbre, pues en la acción Neymar se llevó un duro golpe y tuvo que abandonar el campo en camilla. Finalmente el carioca se recuperó y pudo continuar.