Se sabe que los jugadores de fútbol son fanáticos de los tatuajes. Es más, casi que no hay jugador que no tenga un dibujo en la piel. Están los que le gusta la cosa modesta, los que se tatuan alguna jugada que le cambió o les pudo haber cambiado la carrera y los que llevan en su cuerpo a sus familiares y seres queridos.
Pero lo que hizo el delantero chileno, Leonardo Monje es algo que nunca se había visto. El jugador de Coquimbo Unido decidió tatuarse los 16 escudos de los clubes que defendió a lo largo de su trayectoria. Los dibujos están principalmente repartidos por el pecho, los grazos y la espalada.
Los equipos beneficiados en su cuerpo fueron Universidad Católica, Everton, Santiago Morning, Palestino, Audax Italiano, Deportes Antofagasta, Magallanes, Deportes Puerto Montt, Universidad de Concepción, Deportes Concepción, Huachipato, Unión Española, Rosario Central (Argentina), Deportes Iquique, Municipal (Guatemala) y el propio Coquimbo Unido.
