En la televisión japonesa están acostumbrados a realizar pruebas extrañas para ver hasta qué punto un personaje puede demostrar su talento. Y Lionel Messi es el blanco favorito de los nipones para estos curiosos desafíos.

Ahora el argentino debió superar a un arquero inflable de más de tres metros de altura y que tapaba gran parte del arco. Además, para hacer aún más difícil la tarea, movia sus brazos para tapar los pocos espacios que quedaban.