Messi fue parte de un show de la TV china que le pidió que entrara a un vestuario lleno de jóvenes jugadores y los sorprendiera.

Como era de prever, cuando La Pulga ingresó todos los chicos empezaron a reírse ya que no podían creer que el mejor jugador del mundo estuviera con ellos compartiendo vestuario. Lo insólito fue que hubo uno que no quería saludarlo: su nombre es Li Boxi y es un fanático del Real Madrid.

Tras varias bromas de sus compañeros y un pequeño reto del entrenador, el joven futbolista accedió a la foto y todo terminó en risas.