La historia de vida de este jugador de Sierra Leona es una de las tantas que se conocen de miles de personas que escapan de los incesantes conflictos bélicos del continente africano, en la búsqueda de una mejor calidad de vida

Kamara tuvo que huir de su país natal cuando era muy chico para poder sobrevivir. El destino quiso que a los 31 años, este delantero de 1,87 mts de altura, se coronara como máximo goleador de la MLS con 26 goles en 37 partidos, superando ni más ni menos que al italiano Giovinco, al irlandés Robbie Keane y al español David Villa.

«Todavía me considero un refugiado y estoy agradecido a los Estados Unidos por haberme abierto las puertas. Vine de un país desgarrado por una guerra en la que pude haber muerto, porque los enfrentamientos eran cosa de todos los días. Me tiraba debajo de la cama para protegerme de los tiros. Me preguntaba si podríamos salir con vida de ahí”, dijo el delantero al diario La Nación.

Kamara perdió a su padre cuando era un niño y su madre se marchó a EEUU con la idea de trasladar a la brevedad a su familia, cuando Kei tenía sólo cuatro años. Por una nueva guerra, tardaron una década en reencontrase: “Hubo momentos en los que el ruido de los disparos era como una música para mis oídos. Vi mucha sangre derramada. Lloraba mucho, era terrible la vida. Eran épocas en las que ni iba al colegio por el conflicto bélico. Sí jugaba al fútbol en campos polvorientos hasta que el silbido de los disparos los hacía salir corriendo. «Era uno de los más pequeños, mis hermanos jugaban muy bien. Yo no jugué seriamente al fútbol hasta que pude viajar a los Estados Unidos”, declaró el africano.

La historia de Kamara fue llevada al cine en un documental llamado Kei, que fue un éxito en Sierra Leona: «Los cines se llenaron, fue como un sueño. La filmación fue genial, estuvimos trabajando mucho tiempo en esa película. No es mi vida completa, claro, pero sí sirve para saber de dónde vengo”.

Actualmente es compañero del argentino Federico Higuaín en el Columbus Crew y acaban de perder la final por 2 a 1 frente al Portland Timbers, Kei marcó el único tanto de su equipo.