Leo Messi ha concedido una entrevista a la revista Gente en la que se muestra muy cercano y a la vez muy directo.

Realizada antes del Mundial de Clubes, ha sido publicada ahora por la publicación argentina y en la misma el crack azulgrana y de albiceleste, ahora mismo con un cólico nefrítico, habla de sus ídolos, del fútbol, de su vida más allá del mismo y de los que supone para él ser un icono mundial.

Por su interés, aquí la reproducimos íntegramente:

¿Cuál fue la primera persona que vio jugar en el potrero (campo de tierra), la tele, donde sea, y lo impactó?

Jamás seguí a nadie en especial, aunque cuando comencé a tener uso de razón Diego (Maradona) volvía a la actividad grande en nuestro país. Fue durante 1993. De España llegó a Newell’s y se sumó al seleccionado argentino que clasificó para Estados Unidos 1994… Si alguien me inspiró, sin dudas fue él.

¿Lo sigue divirtiendo la pelota? ¿Puede ser ese factor el secreto determinante que lo haya convertido de una década a la fecha en el mejor de los mejores?

Yo siempre disfruto jugando al fútbol. No sé si ése es el secreto o no. Sí sé que es lo que más me gusta y que voy a seguir haciéndolo siempre que pueda.

Cuando duerme, ¿sueña con jugadas?

Yo sueño como cualquiera. No vivo pendiente del fútbol. Juego cuando tengo que hacerlo en forma profesional o cuando tengo ganas de divertirme con amigos, pero te aseguro que no todo en mi vida es el fútbol.

Háblenos de un consejo relevante que le hayan dado respecto a su actividad, y de quién se lo acercó.

Recibí varios y de distintas personas. Pasa que uno va tomando lo que cree que le hace bien. Sin embargo, yo a la hora de la verdad apunto en especial a los valores que puede darte un deporte como el mío.

Invirtamos la pregunta: ¿Qué sugerencias les daría usted a los millones de pibes (chicos) que lo admiran y pretenden practicar fútbol?

Les aconsejaría que se diviertan, que disfruten sin presiones y que aprendan que, ante todo, el fútbol es un juego.

Si le pidiésemos dividir en tres sus principales atributos deportivos, ¿qué porcentaje le atribuiría al talento y cuánto al trabajo y a su inteligencia dentro de la cancha?

Yo entreno fuerte durante la semana, con la idea de estar físicamente bien para, una vez en el partido, lograr aquello que intente. Pasa que en la cancha las cosas no salen porque antes las hayas practicado demasiado. Las circunstancias son distintas a las de los entrenamientos, y las situaciones, en plena competencia, salen según el momento.

Todos lo quieren, todos lo idolatran, todos lo copian. ¿Por qué supone que Dios lo eligió a usted para ser Lionel Messi? ¿Se lo agradece o le pesa?

Así como hay grandes profesionales que salvan vidas o que construyen cosas para que vivamos mejor, a mí me tocó jugar al fútbol para que otros se entretengan mirando y generando polémicas durante la semana… Y soy muy agradecido de que haya sido así.

¿Cómo hace para manejar su inconmensurable popularidad?

Intento tomarlo con normalidad. Como cualquier persona, salgo, disfruto de la vida y de los momentos libres, junto a mi familia y amigos y, claro, también gozo con las cosas buenas que me da esta profesión.

A propósito, ¿el fútbol le dio todo?

Sin duda que sí en lo profesional y lo social, y me brindó seguridad. Sucede que también hay otro aspecto, el familiar –donde el deporte no interfiere–, que considero muy importante, fundamental.