Ecuador perdió ante Chile en su debut de la Copa América y, más allá del resultado adverso, las impresiones fueron negativas desde varios puntos de vista. Desde el aspecto posicional de varios de los futbolistas, hasta su rendimiento individual. El equipo conducido por Gustavo Quinteros, otra vez, dio extremas ventajas en la mitad de la cancha donde Valdivia se adueñó del partido ganándole las espaldas a los volantes de corte de La Tricolor.

El arranque del cotejo no fue positivo para Ecuador. El local tuvo dos ocasiones claras en los primeros 10 minutos. Las dos acciones no pudieron ser finalizadas por el hombre del Arsenal, Alexis Sánchez. De ahí en más, Chile fue el equipo que controló prácticamente todo el primer tiempo. Eso si, fue extremadamente previsible al atacar constantemente por la banda derecha, a través de Mauricio Isla, lo que hizo que el conjunto de Quinteros centre su fuerza defensiva por ese sector.

Miller Bolaños, quien ha tenido rendimientos de altísima calidad en Emelec, principalmente en el último año, fue el sacrificado de la noche santiaguina. El volante ofensivo, reconvertido a delantero por el propio Quinteros cuando estaba en el equipo millonario, jugó en una posición en la que no está acostumbrado y que, por características individuales, difícilmente pueda rendir. El estratega decidió ubicarlo a la altura de Christian Noboa, así protegía más a Osbaldo Lastra quien es un jugador que, si bien carece de velocidad, lo compensa con su sentido de posición; pero, a nivel de selección, eso no basta.

Con esta nueva variante táctica, el entrenador del combinado nacional liberó de responsabilidades defensivas a Jefferson Montero y Fidel Martínez, quienes jugaron de extremos. Pero, ¿qué tan beneficioso fue implantar esta estrategia? Desde lo conceptual, al menos personalmente, creo que fue la mejor opción que pudo haber tomado el ex entrenador de Emelec. La idea era tener preocupada a la línea de 3 que había parado Jorge Sampaoli, teniendo jugadores dispuestos para el mano a mano. Ahora, la elección de los futbolistas para cumplir estos roles no fue la mejor. Ni Miller Bolaños estaba preparado para jugar tan cerca de los centrales, ni Martínez es un jugador que sienta en la banda su mejor versión. Pedro Quiñónez junto a Renato Ibarra, desde lo que quería hacer el DT, hubiesen sido quizás las opciones más idóneas.

La segunda mitad Ecuador la llevaba bastante bien. Valdivia empezó a bajar su nivel y Alexis Sánchez no podía penetrar con comodidad  a nuestra defensa. Hasta que llegó el tanto de penal de Arturo Vidal que, a los 20 minutos de la etapa final, desvanecía toda ilusión de la visita. La Tricolor intentó adelantar sus líneas y buscar oxígeno con algunas variantes, pero no pudo empatar el partido y llegaba la segunda anotación final por medio de Eduardo Vargas, quién aprovechó un error de Renato Ibarra en la entrega. 

Quinteros deberá saber elegir mejor para los próximos encuentros. Elegir mejor con qué futbolistas iniciar, porque en la selección de la estrategia difícilmente se equivoque. El margen de error ya no existe. Ante Bolivia, cualquier situación que no nos lleve a los 3 puntos, significaría una temprana eliminación de la Copa América Chile 2015 y, esta selección, por rendimiento individual y por el Grupo en que ha salido favorecida, no lo merece.