El 4 de octubre de 1957, la URSS lanzó con éxito el Sputnik 1, el primer satélite artificial en alcanzar la órbita terrestre y el detonante de la carrera espacial con Estados Unidos. Después del éxito del Sputnik, la Unión Soviética también fue el primero en enviar al espacio a un animal, a un hombre, a una mujer, la primera caminata espacial, el primer vuelo espacial con dos cosmonautas y la primera sonda en llegar a otro planeta, pero Estados Unidos se les adelantó en la carrera a la Luna, que sus astronautas pisaron en 1969. A pesar de sus muchos triunfos, el éxito del proyecto americano Apolo marcaria para siempre a los soviéticos al no conseguir nunca pisar suelo lunar.

Lionel Messi carga una losa a sus espaldas. Las constantes comparaciones con Pele o Maradona siempre se rompen cuando comienzan hablarle de los campeonatos del mundo y aunque le duela algunos, es verdad; la falta de dicho trofeo en su vitrina personal no le permite al mejor jugador de futbol del siglo XXI subirse al podio de las leyendas. Esta semana, cuando el jugador argentino se encuentra muy cerca de conquistar su cuarta Liga de Campeones el próximo Sábado en Berlín, el prestigioso diario francés France Football volvió a colocar el tema sobre la mesa.

No vamos a entrar en esta discusión porque no nos alcanzaría ni la tinta ni el papel pero si sería interesante hacer el análisis en sentido inverso. Cuantos de los grandes campeones del mundo que sí lograron el más prestigioso título a nivel de selecciones, no pudieron coronarse en la Champions. La lista podría ser muy extensa e incluiría a figuras como Ronaldo (USA 94 y Core-Japón 2002), Romario (USA 94), Fabio Cannavaro (Alemania 2006), Patrick Vieira (Francia 98) o Francesco Totti (Alemania 2006), pero intentaremos enfocarnos en los que tuvieron una oportunidad real de alcanzarla, que lograron sortear las diferentes etapas de la competición o estuvieron en equipos de gran envergadura, con altas posibilidades para conseguirla.

Existen algunos casos para resaltar. Lilian Thuram, campeón con Francia en 1998, perdió la final de Old Trafford en 2003 contra el Milán (0-0 y 2-3, por penales) y cuando fichó por el FC Barcelona en 2006, el equipo de Rijkaard acababa de ganar su segunda Champions y la misma temporada que abandonó el Camp Nou, Guardiola conseguía la tercera para el Barça. Una situación similar vivió Gianluca Zambrotta, campeón del mundo en Alemania 2006, el exjugador de Juventus, Barcelona y Milán perdió la final de 2003 contra el rossonero y luego sufrió lo mismo que el central francés: llegó a un Barça campeón europeo y se fue la misma temporada del triplete blaugrana.

El que estuvo más cerca fue el campeón de Italia 90 Lothar Matthäus, en la final de 1999 que disputó con el Bayern en el Camp Nou contra el Manchester United, fue sustituido por Ottmar Hitzfeld a diez minutos para el final del partido cuando los bávaros ganaban por 1-0, pero en el tiempo añadido Sheringham y Solskjaer le dieron la vuelta al marcador. Matthäus ya había perdido anteriormente otra final de Champions también con el Bayern, contra el Oporto en 1987.

Este Sábado, otro ilustre podría entrar en esta lista maldita: Gianluigi Buffon. El portero italiano campeón en Alemania 2006 ha ganado prácticamente todo en el fútbol, salvo la Champions League. La instancia más lejana a la que llegó en Liga de Campeones fue a la final del 2002 y a sus ya 37 años, muy cercano del retiro, este puede ser el último tren hacia la estación de la orejona. Sería muy triste que Buffon se quedara como los soviéticos, a las puertas de la gloria.