Durante un partido de fútbol, el juez central del compromiso pitó una falta en la mitad de la cancha. Cuando el balón le cayó a los pies de un jugador, éste se molestó por la decisión del árbitro y lo asustó (se acomodó para patear, apuntando hacia el referí, y la botó por otro lado). Después de aquello, el futbolista recibió amonestación (Tarjeta Amarilla).

Nota de: Víctor Loor Bonilla