La Roma volvió a ganar en su estadio, algo que no ocurría desde el pasado 30 de noviembre, en el partidazo de la jornada 29 del Calcio ante el Nápolesde Rafa Benítez: un 1-0 vital para los giallorossi, que aguantaron la presión de sus rivales durante casi todo el partido.
Garcia, sin Totti ni Gervinho por lesión, apostó por una delantera rápida con Iturbe, Ljajic y Florenzimientras que Benítez dejó a Gabbiadini y Hamsik en el banquillo utilizando a De Guzmán detrás deHiguaín. En la primera parte dominó el miedo y ambos equipos solo remataron a puerta una vez. La Roma abrió la lata tras 25 minutos con una sencilla combinación entre sus tres delanteros que finalizó Pjanic solo ante Andújar. Los visitantes, a partir de aquel momento, empezaron a crear más peligro y un remate de De Guzmán, tras un pase de Callejón, fue parado con un brazo por Manolas entre las protestas de los jugadores azzurri.
En la reanudación los de Benítez tomaron las riendas del enfrentamientos, dejando a los romanos solo el contragolpe: Mertens tuvo dos oportunidades para poner las tablas y Gabbiadini (que sustituyó a Callejon) también pudo empatar con una gran volea parada por De Sanctis. La presión de los partenopei fue enorme y De Guzmán, en el 73′ fue parado porRizzoli solo ante De Sanctis por un fuera de juego inexistente. Las decisiones del árbitro causaron mucha rabia entre los azzurri, que con el paso del tiempo dominaron totalmente el choque aunque sin puntería dejando solo a pocos instantes del pitido final una ocasión para Iturbe, que disparó fuera después de regatear a Andújar. Al final, los de García consiguieron un triunfo poco merecido pero fundamental: los giallorossi defendieron el segundo puesto de la Serie A y alejaron casi de manera definitiva al Nápoles, ahora lejos nueve puntos. Tocará apuntar a la Copa italiana y a la Europa League para los de Benítez, que llevan cinco jornadas consecutivas sin ganar en la Serie A.
