En la primera división de República Checa el Pribram quiso salir en todas las portadas al intentar hacer una jugada preparada ‘revolucionaria’. Varios de sus jugadores trataron de distraer a los rivales con una especie de ronda.

El resultado es que se vio ridículo y desastroso ya que el tiro de esquina no terminó en nada pese a lo raro de la jugada.