Vladimir Bystrov, del Krasnodar de Rusia, se erró un gol increíble luego de robarle la pelota al arquero del Diosgyor húngaro. En la puerta del área y con el arco a su merced, sacó un disparo que se perdió sin puntería por al lado del palo.

Más allá del papelón, le quipo ruso terminó ganando con un contundente 5 a 1. Sin embargo, tras desperdiciar esa calara ocasión de gol, el técnico del Krasnodar mandó a Bystrov al banco.