Una hincha holandés se contagió de la euforia del Mundial y debido al gran momento que pasa su Selección tomó la loca decisión de hacerse dos tatuajes; este aficionado en su espalda se tatuó el rostro del entrenador Van Gaal y la espectacular palomita del atacante Robín Van Persie.

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Nota: Jeanpierre Molina
@tuski16