La FIFA confirmó la ampliación al ámbito mundial de las sanciones impuestas por la Federación de Futbol de Australia (FFA) a dos jugadores ingleses por tentativa de amaño de partidos.

Tras una investigación de la policía, la FFA impuso a Reiss Michael Noel y Joe Nigel Woolley, sendas suspensiones iniciales el 23 de septiembre de 2013, cuya validez amplió la FIFA al ámbito internacional el 30 de octubre.

El 6 de diciembre, ambos futbolistas fueron condenados por delitos penales (un comportamiento que influye o podría influir en el resultado de apuestas de un evento o del evento en sí).

Tras este fallo, la FIFA abrió un proceso disciplinario y, posteriormente, decidió sancionar a los jugadores con una inhabilitación de por vida que les prohibe participar en toda actividad relacionada con el fútbol.