Los Gavioes da Fiel, la barra de Corinthians, atacó a los hinchas que alentaron al equipo en la derrota ante Bragantino. Les exigían silencio en repudio a la mala campaña. Hubo corridas y mucha tensión.

¿Puede un hincha patear en contra de su equipo y pedir que no sea alentado? Parece irracional, aunque no tanto. Ese tipo de situaciones se vieron en la Argentina. El miércoles esa patética escena se vio en el Pacaembú, en la derrota 2 a 0 ante Bragantino. Los integrantes de Gavioes da Fiel, la hinchada organizada del Corinthians, presionaron y agredieron a los auténticos torcedores.

El Corinthians no realizó una buena campaña en el Paulista: marcha en la última posición en el grupo B, con seis puntos en seis jornadas. Entonces, la barra exigió silencio de los demás, los hinchas que no forman parte de ninguna estructura. Primero, los Gavioes se colocaron cinta adhesiva en los labios. Luego, cuando advirtieron que había corinthianos que sí alentaban, se acercaron para exigir a los gritos que se callaran. La situación se puso más tensa a medida que se desarrollaba el partido e intervino la policía. Hubo corridas e, incluso, se vio a un padre asustado por proteger a su hija en medio de la violencia. La policía detuvo a dos de los barras.

Hace poco más de una semana, los Gavioes habían provocado la interrupción de un entrenamiento del plantel en una manifestación.

Una señal de intolerancia que además resulta una mala demostración para el Mundial 2014.