El fanatismo de los hinchas por Juan Román Riquelme llegó a concoer límites inesperados. Muchos se tatuaron su nombre, su cara o su firma. Otros trasladaron su amor por el 10 hacia un hijo, bautizándolo con su nombre. Hasta una enorme estatua tiene el enganche, la que hoy descansa en el Museo de la Pasión Boquense junto a las de los otros grandes ídolos del club. Pero que un equipo que lleve su nombre, eso sí que jamás se había visto.

La locura por el jugador traspasó las fronteras y en Perú, el club Juan Román Riquelme suma cada vez más adherentes que siguen su campaña y sueñan juntos llegar alguna vez a la Primera, difícil pero no imposible: debe avanzar cuatro niveles más. Forma parte de la Liga Distrital de Casa Grande, en Trujillo, y jugará la Copa Perú 2014 en busca del ascenso.

Como relata el sitio dechalaca.com, Samuel Vargas Tello es el fundador y responsable de esta locura que empezó como un sueño, y terminó siendo una realidad que sorprende día a día. En sus viajes a la Argentina, Pepa (así lo llaman) se enamoró del talento del enganche, y en 2008 decidió fundar una escuelita de fútbol homónima. Pero no se coformó con eso: cuatro años después lo inscribió en la Liga Distrital y no paró de crecer hasta la actualidad.

No se descuidó en los detalles. Los colores de Juan Román no son casuales, ya que combina los de algunos equipos en los que integró el 10 a lo largo de su carrera, como Barcelona y Villarreal.