El pasado 5 de enero, día en que Boca comenzó su trabajo de pretemporada, significó una nueva frustración para el hincha Ese día, luego de varias jornadas de reuniones que hicieron crecer las ilusiones, Juan Román Riquelme se presentó en el predio de Casa Amarilla y ante las decenas de micrófonos expresó: “A Boca no vuelvo más”.
Mientras el jugador afirmaba que nunca había querido volver y que solo se había juntado a “tomar mate” con Carlos Bianchi, sobrevolaban los rumores respecto a una diferencia insalvable en materia económica. Mientras Román quería cobrar su contrato en dólares a precio del dólar paralelo, la dirigencia no pretendía moverse de la cotización oficial de la divisa.
En las semanas siguientes, se sucedieron los coqueteos entre el enganche y diversos clubes de Brasil. El acercamiento más fuerte fue el realizado por el Palmeiras, cuyo Presidente llegó hasta Buenos Aires para reunirse personalmente con Riquelme. Sin embargo, las gestiones no llegaron a buen puerto y primó la voluntad del jugador de quedarse en el país, por pedido de sus hijos.
Luego, el propio Román declaró que en Argentina, solo jugaría en Tigre y Argentinos, lo que motivó la inmediata respuesta por parte de las dos entidades. Mientras Luis Segura aseguraba que “por historia” Riquelme debía llegar al “Bicho”, Sergio Massa buscaba inversores para llevarlo al “Matador” de Victoria.
Sin embargo, cuando nadie se lo imaginaba, se reflotó la chance de que el portador de la camiseta número 10 retornara al “Xeneize”. Daniel Bolotnicoff, representante de Riquelme, admitió que Román había llamado a Bianchi para ofrecerle sus servicios luego de la última derrota frente a River.
A partir de allí, las negociaciones se aceleraron y, en la tarde de hoy, luego de una reunión entre Riquelme, su representante, Daniel Angelici y César Martucci, Secretario General del club, la Comisión Directiva de Boca aprobó la vuelta del jugador.
Se espera que Riquelme se presente en el entrenamiento de mañana, para encarar el inicio de su nuevo ciclo, el cuarto, con la camiseta ‘Azul y Oro’.
Cabe recordar que el enganche no juega desde principios de julio de 2012, cuando Boca perdió la final de la Copa Libertadores ante Corinthians.