A diferencia de la selección alemana, en la cual su entrenador Joachim Löw no permite ninguna distracción y por eso ha impuesto una estricta disciplina basada en un régimen monacal que prohíbe toda actividad sexual, los brasileños, siempre más liberales, apuestan a que el rendimiento deportivo del plantel se potencie con la actividad sexual.

La metodología adoptada por Tite se fundamenta en razones médicas sostenidas por el médico de la Canarinha, Rodrigo Lasmar quien afirmó recientemente al diario Extra que: “El sexo es algo natural. Son jugadores jóvenes, con salud perfecta. Nada más natural que ellos aprovechen su momento de relajo, que tengan un día libre en el punto de vista físico, la cuestión mental, la presión que existe dentro de la preparación para el Mundial. Para nosotros no será ningún problema”.

Ahora bien, la actividad sexual del plantel brasileño estará controlada ya que no se permitirá la visita de las esposas y novias durante el período de concentración ni podrán ingresar en las habitaciones de los jugadores.

En cambio, los encuentros amorosos deberán realizarse durante los días libres y en un espacio especialmente adoptado a tales fines en donde los jugadores podrán recibir la compañía de sus mujeres.

Está por verse cuál de estas dos metodologías dará mejor rendimiento futbolístico.