Antonio Noboa, su hermano Luis y un equipo de dirigentes llegaron a la presidencia del Barcelona SC a mediados del 2011 con una promesa de cambio en la institucionalidad del equipo y volver a ponerlo en el primer plano nacional.
Poco más de cuatro años más tarde la situación pareciera como si no ha variado con un equipo en media tabla fuera de toda posibilidad de pelear por el título.
Es justo reconocer que bajo su mandato Barcelona volvió a festejar un título nacional, estuvo cerca de otro y volvió a los torneos internacionales pero para una institución como BSC esto debe ser una constante.
Además los problemas económicos no se han aplacado pese a las deudas que han cancelado según sus propios datos, es más, en este 2015 al equipo amarillo ya le han descontado dos puntos por no presentar los roles de pagos correspondientes en la Federación Ecuatoriana de Fútbol.
Justo en este momento conflictivo y tras perder las elecciones, los hermanos Noboa parecen no asomar para hacerle frente a la situación, los jugadores y empleados ya se han paralizado mientras que la nueva directiva que viene mira con preocupación esta situación.
Esto es un bochorno para un club que tiene la mayor cantidad de hinchas en el país que le agradece a la directiva los momentos vividos en 2012 y algunos en 2014 pero de ahí dejó algunos problemas sin resolver.