Netflix sacudió por completo la industria del entretenimiento al anunciar la compra de Warner Bros., incluyendo HBO y HBO Max, en un acuerdo valorado en 82.700 millones de dólares. La operación, aprobada por las juntas directivas, fusiona al mayor gigante del streaming con uno de los estudios más emblemáticos de Hollywood, creando un conglomerado sin precedentes en la historia audiovisual.
Con la adquisición, franquicias icónicas como The Big Bang Theory, The Sopranos, Game of Thrones, The Wizard of Oz y todo el universo DC pasarán a formar parte del catálogo de Netflix. Esta integración no solo amplía drásticamente su biblioteca de contenidos, sino que también refuerza su capacidad de producción y distribución a escala mundial, consolidando su liderazgo en un mercado cada vez más competitivo.
El acuerdo también contempla la continuidad operativa de Warner Bros., lo que significa que Netflix no solo absorberá su contenido, sino que también incorporará la maquinaria de producción detrás de sus películas, series y proyectos futuros. Esto abre la puerta a colaboraciones, reboots, nuevas versiones y una presencia aún más dominante en la cultura pop.
Más allá de la expansión de catálogo, la compra marca un punto de inflexión para el modelo de streaming. Con dos gigantes ahora unidos, se reconfigura el panorama global, presionando a otros competidores y planteando interrogantes sobre la futura convivencia entre cines, plataformas y derechos de distribución. Una operación histórica que redefine cómo consumiremos entretenimiento en la próxima década.
