Por primera vez en la historia, los partidos de la Premier League inglesa serán difundidos en Corea del Norte, aunque bajo un estricto control estatal que modificará considerablemente las transmisiones, según reveló The Guardian.
Las autoridades del país impusieron condiciones rígidas para la emisión: los encuentros no se transmitirán en vivo, sino editados previamente por los medios estatales. Además, todas las imágenes en las que aparezcan futbolistas surcoreanos serán eliminadas.
Cada partido será reducido a una duración de 60 minutos, recortando 30 minutos respecto al tiempo reglamentario, y los rótulos en inglés o publicidad visible en los estadios serán reemplazados por gráficos en coreano.
El control de contenido irá más allá del deporte: cualquier referencia o símbolo LGBTQ+ será censurado antes de la transmisión.
De esta manera, Corea del Norte permitirá que su población vea fútbol inglés por primera vez, aunque con una versión altamente editada y adaptada al discurso interno del régimen.