El entrenador del Chelsea, Mauricio Pochettino, confía en que el dramatismo de la remontada del jueves ante el Manchester United (4-3) suponga un punto de inflexión en la irregular temporada de los Blues y en la relación, a veces tensa, entre él y la afición.
Pochettino saltó al campo con el pitido final después de que Cole Palmer, autor de un triplete, marcara el último gol tras 11 minutos de tiempo añadido, después de haber empatado unos segundos antes desde el punto de penalti.
"Es importante al final terminar de la forma en que terminamos, creando conexión entre aficionados y jugadores", dijo el técnico argentino a la prensa.
"Es algo muy bueno lo que ha pasado hoy y creo que debe ser un punto de inflexión para nosotros, creando confianza con los aficionados y en el equipo", añadió.
Hace unas semanas, Pochettino fue objeto de cánticos groseros por parte de algunos aficionados durante un empate en Brentford, y el sábado volvieron a sonar los abucheos tras el empate a 2-2 en casa ante el Burnley, con 10 hombres.
Preguntado tras la dramática victoria del jueves en el último suspiro sobre las quejas de algunos aficionados sobre que no muestra suficiente emoción para conectar con ellos, Pochettino, de 52 años, dijo que estaba centrado en hacer su trabajo en la banda.
"No soy un payaso. Soy el entrenador. Si alguien quiere un payaso, que se busque uno", añadió.
Además, Pochettino rindió homenaje al imparable Palmer, que ya ha marcado 16 goles en liga, sólo dos menos que su ex compañero en el Manchester City y máximo goleador, Erling Haaland.
"Una de las habilidades básicas es su mentalidad, su capacidad para lidiar con la presión", dijo Pochettino sobre Palmer. "Creo que es increíble la forma en que puede lidiar con la presión".
FUENTE: MUNDO DEPORTIVO.