En apenas unas semanas, el timing de las operaciones Mbappé y Haaland se ha invertido. Los acontecimientos han alterado la hoja de ruta del Real Madrid, que ahora entra en un nuevo compás de espera por el atacante francés y afronta un dilema con el goleador noruego. Mientras la operación de Kylian se dilata en el tiempo, la de Erling acorta los plazos...
La Champions es la causante de todo. Mbappé es libre de firmar por cualquier club desde el pasado 1 de enero. Una circunstancia conocida desde hace mucho tiempo y una fecha marcada en rojo en la agenda desde que el Madrid no pudo completar el fichaje el pasado verano pese a las multimillonarias ofertas que trasladó al PSG. La repetición del caótico sorteo de la Champions, que cruzó a los blancos con el equipo parisino en los octavos de final, trastocó los planes. Un emparejamiento que ponía en un compromiso a Mbappé y el Madrid y que obligará a retrasar la firma del compromiso entre el futbolista y el club blanco al menos hasta el mes de marzo, una vez que pase la eliminatoria.
Al menos, con Mbappé el Madrid tiene muchas más certidumbres que con Haaland. La máxima competición continental también ha precipitado acontecimientos en la situación del noruego. En su caso, la eliminación del Dortmund. Una decepción que, dos años después de su llegada al club renano, aparta a Haaland del mayor escaparate del fútbol de clubes. Y que se suma también a la no clasificación de Noruega para el Mundial de Qatar, consumada unas semanas antes. El jugador se comprometió con el Dortmund hasta 2024, pero alcanzó un acuerdo verbal, no plasmado en el contrato, con la entidad aurinegra para que a partir de junio de 2022 aceptara ofertas por él a un precio razonable, ante la previsión ya entonces de que su rendimiento y sus cifras goleadores pudieran disparar su cotización en el mercado, como así ha ocurrido.
Ese pacto de caballeros es el que hace viable la operación para el Real Madrid ante la oposición de clubes-Estado como el Manchester City o el PSG, que pueden acudir a la puja con fondos ilimitados. Sin embargo, el cronograma no es el más cómodo para el Madrid. Con la eclosión de Vinicius, la llegada prevista de Mbappé y el excelso rendimiento que mantiene Benzema a sus 34 años (el francés está al nivel de los mejores números de su carrera) la incorporación del noruego obligaría a reformular el encaje de piezas en el ataque blanco. Y los plazos se acortan, porque el propio Haaland ha reconocido que el Dortmund le apresura para que se decida sobre su futuro. "El Borussia Dortmund me está presionando para que tome una decisión sobre algunas cosas. Eso probablemente significa que tendré que poner las cosas en marcha pronto", admitía el nórdico este viernes tras marcarle un doble al Friburgo. Tras el partido de este martes, el CEO del Borussia Dortmund, Hans-Joachim Watzke, mostró su enfado por esa insinuación sobre el ultimátum del club a Haaland. "Decir que el Dortmund le daría un ultimátum a Haaland es una gilipollez. No hay una fecha límite", aseguró el mandatario amarillo. Además, mandó una advertencia al resto de clubes asegurando que buscarán un recambio en el mercado si el noruego decide marcharse.
Haaland ha comenzado a hacer gestos que suenan a despedida. Hizo un conato de adiós hacia la afición del Dortmund en el último partido de 2021 y durante sus vacaciones navideñas en la Costa del Sol confesó a unos aficionados que jugaría en España. Su fichaje es en sí un dilema: ahora o nunca.
TOMADO DE DIARIO AS