El Madrid atisba el derbi y como en otras muchas ocasiones cuando se avecina un partido importante, la amenaza de perdérselo pende sobre Casemiro si ve una tarjeta amarilla. Esta vez por partida doble. El brasileño está apercibido en Liga y en Champions. Si ve una amarilla contra el Shakhtar, no podrá estar en el último partido de la fase de grupos contra el Borussia Mönchengladbach. Si es amonestado el sábado frente al Sevilla en el Pizjuán, no podrá jugar contra el Atlético.
El dilema tiene sus matices en uno y otro caso. La trascendencia del partido contra los alemanes depende del resultado que obtenga el Madrid en Ucrania. Con una victoria, la visita del Gladbach al Di Stéfano ‘sólo’ servirá para decidir cuál de los dos equipos pasa a octavos como primero de grupo. Y hay otra cuestión a tener en cuenta. Si los blancos dejan pronto encarrilado el encuentro contra el Shakhtar, podría plantearse forzar la amarilla de Casemiro para asegurar su presencia en la ida de octavos. Pero el Madrid ya conoce cómo se la gasta la UEFA si detecta que ha habido intencionalidad en forzar la amonestación.
El sábado, contra el Sevilla, nueva encrucijada. Esta vez, la pelota está más en el tejado de Zidane, que debe decidir si reserva a su pivote, pieza fundamental en su esquema, o se arriesga a perderlo para el derbi si ve la quinta amarilla en Liga. El duelo contra el Atlético tiene un especial valor simbólico, pero en lo deportivo al Madrid le va la vida en los dos partidos si no quiere ceder en el pulso a la Liga. Los blancos tienen un punto más que el equipo de Lopetegui, pero los hispalenses, igual que el Atlético, tienen un partido menos que los madridistas.
No ha sido el derbi, si no el Clásico, el partido que Casemiro ha tenido en los últimos años en el horizonte con la amenaza de la quinta amarilla sobre él. Le pasó en la temporada 2017-2018. El paulista aguantó cuatro partidos apercibido, pero contra el Athletic vio cartulina. Se perdió el siguiente choque, precisamente contra el Sevilla y así llegó ‘limpio’ al Clásico, que perdió el Madrid 0-3 recién proclamado campeón del mundo de clubes por segundo año consecutivo.
Algo parecido le pasó el ejercicio siguiente (2018-2019). Casemiro vio la cuarta amarilla contra el Girona, dos partidos antes del Clásico. Solari arriesgó y le alineó los 90 minutos contra el Levante, que el brasileño aguantó sin ver la amonestación, y luego pudo jugar contra el Barcelona. En el siguiente partido, el último del argentino en el banquillo, Case vio la quinta.
La campaña pasada (2019-2020) vivió otra situación similar, con un recurso y una suspensión de por medio. El TAD le quitó la amarilla que vio contra el Villarreal, por lo que afrontó el partido contra el Mallorca previo al Clásico del Camp Nou con tres amarillas. El Barça-Madrid se aplazó, Casemiro vio la cuarta amarilla contra el Betis y aguantó apercibido cuatro partidos mientras veía cómo se avecinaba el partido. Zidane lo reservó en Mestalla y el brasileño fue amonestado contra los azulgranas, por lo que se perdió el último partido del año contra el Athletic. Curiosamente, el mismo equipo contra el que se perderá el partido si la quinta amarilla la ve frente al Atlético.
TOMADO DE DIARIO AS