Al Rostov FC de Rusia lo comparan con el Leicester City, puesto que también es un equipo que no ha tenido muchos éxitos en la historia y hoy por hoy es la institución que derrota a los grandes, y posiblemente se consagre campeón de la Premier League de ese país, en caso que no desmaye, acumule puntos y sus rivales cooperen.
A continuación, la nota de la FIFA al Rostov, equipo en el que participa Cristhian Noboa:
El Rostov sigue el espíritu del Leicester
Rostov del Don, sede de la Copa Mundial de la FIFA Rusia 2018™, está en plena eclosión futbolística. En mayo de 2015, el FC Rostov, equipo predilecto de la ciudad, pasaba muchos apuros en la clasificación de la primera división del país. Únicamente evitó el descenso automático gracias a su número de partidos ganados, y pudo conservar el puesto en la élite tras imponerse al FC Tosno en una eliminatoria de promoción.
Ahora, un año más tarde, el Rostov se codea con los líderes, y ha ido venciendo, uno tras otro, a los mejores clubes de Rusia, entre ellos el Zenit de San Petersburgo, defensor del título, al que ganó 3-0 el 24 de abril. Además, encadenó ocho partidos sin recibir goles hasta perder contra todo pronóstico en su último compromiso, frente al Mordovia de Saransk. Sin embargo, a pesar de esta derrota, el Rostov sigue peleando por el título. Es inevitable pues que se hayan establecido paralelismos con el Leicester City inglés, ya que la transformación del Rostov también ha sido poco menos que milagrosa.
El club ya había cosechado éxitos antes —por ejemplo, en 2013/14 alzó por primera vez la Copa de Rusia—, pero su mejor puesto en la liga hasta la fecha ha sido el sexto, algo que va camino de mejorar con creces esta temporada.
Los medios de comunicación nacionales no dejan de referirse al Rostov como “el Leicester ruso”, pero su capitán, el centrocampista defensivo moldavo Alexandru Gatcan, de 32 años, rechaza esas comparaciones.
“No nos comparamos con el Leicester, si no es para bromear”, explica Gatcan en una entrevista con FIFA.com. “Sí, estamos en la parte alta de la tabla y la temporada pasada llegamos a rozar el descenso, pero, en cuanto al juego, no somos comparables. No es que la Premier League inglesa sea mejor: los jugadores de cada equipo son diferentes, simplemente”.
Resurgir futbolístico en Rostov del DonLos hinchas del Rostov están disfrutando de esta racha sensacional, después de sufrir con su equipo durante muchos años en la parte baja de la clasificación. No obstante, les ha surgido un problema. “El fútbol siempre le gustó a todo el mundo aquí, pero ahora que el equipo está jugando tan bien se interesa por él hasta gente a la que antes le resultaba indiferente. En estos momentos es complicado conseguir entradas para los partidos. Aunque el estadio tuviese más localidades [el aforo del Olimp-2 es de 15.840], todas se agotarían enseguida”.
El nuevo recinto que se está construyendo en la ciudad con vistas al Mundial, cuando albergará cuatro partidos de la fase de grupos y un choque de octavos de final, debería dar respuesta a esta situación. “Yo vivo cerca del estadio, se ve desde mi ventana. Puedo ver todos los días los avances de las obras”, dice Gatcan. “Espero tener la oportunidad de jugar en él dentro de poco, sueño con ser el capitán del Rostov en el nuevo estadio. ¡Sería algo increíble!”.
Gatcan se incorporó al equipo hace ocho años, cuando descendió de la división de honor, pero contribuyó a que el club recuperase la categoría. “En realidad fue un periodo positivo. El Rostov llevaba 14 años sin bajar, así que nos fijamos como meta ascender lo antes posible, y lo conseguimos. Cuando volvimos a primera se desató una alegría enorme por toda la ciudad. Tengo muy buenos recuerdos de aquella temporada”.
Un ganador nato al frente
¿Y cómo ha podido el Rostov meterse en la lucha por la liga con un plantel prácticamente idéntico al que terminó 14º la temporada pasada? “Tenemos un buen plantel y un entrenador fantástico. Después de conseguir la permanencia el año pasado, todos hicimos un ejercicio de reflexión y nos propusimos mejorar nuestra preparación. Nos entregamos a fondo en los entrenamientos, hacemos caso al entrenador e intentamos seguir las instrucciones que nos da dentro de la cancha”, analiza Gatcan.
El técnico del Rostov es uno de los más laureados del fútbol ruso. Kurban Berdyev ya sabe lo que es conducir a un equipo a la conquista del título de liga. De hecho, lo hizo dos veces, con el Rubin de Kazán, en 2008 y 2009. Con Berdyev a la batuta, los mejores equipos de Rusia tienen muchos problemas para superar el entramado defensivo del Rostov y sus peligrosos contragolpes.
“El Rostov juega a imagen del entrenador”, coincide Gatcan. “Berdyev organiza el equipo de tal forma que los jugadores tienen libertad en ataque y pueden improvisar, aunque todos debemos respetar estrictamente las indicaciones defensivas, ciñéndonos a lo que trabajamos en los entrenamientos”.
Eso da una idea de cómo ha podido el Rostov pasar ocho partidos consecutivos sin recibir goles. El equipo ha vencido en casa a todos los aspirantes —CSKA de Moscú, Spartak de Moscú y Zenit, por mencionar a algunos—, si bien le resulta más difícil jugar a domicilio ante rivales que pugnan por la permanencia. Hace poco, tuvo que emplearse para doblegar la férrea resistencia del Kuban de Krasnodar, con un solitario gol del propio Gatcan a diez minutos del final. Fue apenas el 14º gol del volante, oriundo de Chisinau, en ocho temporadas en Rostov del Don, aunque sin duda uno de los más importantes.
Gatcan se niega a hablar de sus opciones de ganar el título y de disputar la Liga de Campeones de la UEFA, un torneo en el que Rusia tiene reservados dos puestos. “No, ahora mismo no podemos hablar de eso. Estamos centrados en ganar el próximo partido”.
La ciudad ya se entusiasma ante la inesperada posibilidad de participar en una competición europea de clubes en vísperas de la cita mundialista de Rusia 2018, que está cada vez más cerca. “A la gente de aquí le encanta el fútbol, todos están deseando que llegue el Mundial”, señala Gatcan. “Va a haber una auténtica fiebre futbolística, ya lo notamos ahora, en los partidos del Rostov”, concluye.
Nota de: Víctor Loor Bonilla