La Federación Turca de Fútbol (TFF) desató un terremoto en el fútbol de ese país al anunciar que 1.024 jugadores, incluidos 27 futbolistas de la Superliga, han sido trasladados al comité de disciplina por presunta participación en apuestas deportivas. La medida, por ahora, es catalogada como “preventiva”, pero forma parte de una investigación masiva que lleva dos semanas en curso y que ya ha generado consecuencias profundas.
Hasta el momento, 149 árbitros fueron sancionados y 45 delegados de partido presentaron su renuncia, lo que deja en evidencia la magnitud del caso. Según los reportes, 9 de los 10 clubes ubicados en la parte alta de la tabla tienen al menos uno o tres jugadores involucrados, con excepción del Fenerbahçe, el único que no registra futbolistas señalados en esta etapa de la pesquisa.
La TFF convocó una reunión extraordinaria para este martes, donde se espera definir los próximos pasos en uno de los escándalos más grandes que ha enfrentado el fútbol turco en materia de integridad deportiva. ¿Posibles sanciones? Aún por determinarse, pero el impacto ya es histórico.


