Cuando Mikheil Kavelashvili (22/7/1971, Bolnisi, Georgia, URSS) dejó de patear un balón como lo llevaba haciendo desde su época juvenil, volvió a su Georgia natal e intentó presidir la Federación de Fútbol. Pero se encontró con la negativa de Michel Platini que, en su último año de mandato al frente de la UEFA, le bloqueó su elección por carecer de título universitario. A finales de diciembre, cuando fue elegido como la única candidatura a presidir la presidencia de su país, los manifestantes congregados frente al parlamento de Tblisi mostraban su rechazo exhibiendo sus diplomas universitarios. Un colegio electoral formado por 300 personas, la mayoría del partido Sueño Georgiano, le eligió con 224 votos a favor de un total de 225 presentes.
Descenso del City
Como muchos jóvenes georgianos, el objetivo futbolístico era terminar en un equipo de Rusia y Mikheil, que empezó en el Dinamo de Tblisi, llegó en 1995 al Spartak Vladikavkaz donde ganó la Premier League rusa marcando 12 goles. El delantero fue contactado por un Manchester City cuando los ‘Sky Blues’ eran un club ‘del montón’ que flirteaba con el descenso y vivía a la sombra del poderoso United de Ferguson. Empezó a entrenar un 1 de marzo de 1996 y hasta el 28 no pudo ser inscrito ya que necesitaba un permiso de trabajo. Más allá de marcar en su debut ante el temido United en el viejo Maine Road del City (partido que acabaron perdiendo 2-3), Kavelashvili jugó 28 partidos. Cuatro fueron en la Premier y el resto en la Nationwide League Division One (la actual segunda Championship) donde descendieron esa misma temporada.
La 1996-97 la pasó en Segunda y, con solo dos goles en 24 partidos, el club decidió no renovar su permiso de trabajo por lo que se fue a Suiza donde en el Grasshoppers fue campeón de liga en 1998. Pasó por el Lucerna, el Zúrich, el Sion y el Aarau para retirarse en el Basilea en la 2005-2006 habiendo jugado solo 14 partidos. Fue internacional por Georgia entre 1991 y 2002 en 46 partidos donde marcó 9 goles.
De proeuropeo a antioccidental
Cambiar de camiseta hasta 10 veces influyó quizás en sus tan dispares cambios de opinión respecto a cuestiones políticas. Como no pudo dirigir la Federación, entró como parlamentario en 2016 por el partido Sueño Georgiano, una coalición de partidos que abarcaba un abanico entre proeuropeos de izquierda, liberales prooccidentales y nacionalistas anti-OTAN creado por el empresario multimillonario Bidzina Ivanishvili. Posteriormente viraron hacia posiciones euroescépticas, explícitamente conservadoras y prorrusas.
Kavelashvili decidió en 2022, junto a dos parlamentarios más, crear un partido satélite de Sueño Georgiano, Poder Popular, que enarboló la bandera populista antioccidental acusando a la oposición de estar dominada por congresistas del Partido Demócrata americano y siendo el altavoz de la retórica rusa impulsando leyes similares a las utilizadas por el Kremlin para reprimir la libertad de expresión y los derechos LGBTQ+.
El ejemplo de George Weah
Será el segundo futbolista que es presidente de su país: George Weah, Balón de Oro 1995 y futbolista africano del año en 1989 y 1995, dirigió Liberia desde 2018 hasta enero de 2024. Como mínimo, Weah se presentó a unas elecciones que perdió en dos ocasiones antes de ser elegido presidente. Ha sido embajador de Unicef y sigue trabajando por la prevención del sida, la promoción de escuelas de formación profesional, la lucha contra el uso militar de niños y las campañas de alfabetización de su país. En 1994 asumió el control de un club de fútbol liberiano, el Junior Professionals de Monrovia, en el que daba cobijo a niños con escasos recursos. Además de enseñarles a jugar a fútbol, se procuraba que no abandonasen los estudios ya que el único requisito para formar parte era no dejar el colegio. Para poder mostrar un diploma cuando se lo pidan.
TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO