El día llegó. Lewis Hamilton ya es piloto de Ferrari. Con un traje italiano a medida, una gabardina y un icónico Ferrari F40, posó frente a la legendaria casa de Enzo Ferrari, donde el 'Commendatore' admiraba los bólidos que hicieron historia.
"Es uno de esos días que recordaré para siempre", declaró Hamilton. A sus 39 años, cumple el sueño de su infancia: correr vestido de rojo para la escudería más icónica de la Fórmula 1.
Desde Maranello, el británico se prepara para liderar una nueva era y buscar un título que Ferrari no ve desde 2007. El desafío es grande, pero Hamilton está decidido: "No puedo esperar para escribir juntos una nueva historia".
El camino inicia ahora. Maranello y Fiorano serán su laboratorio antes de los test en Baréin. El sueño está vivo. ¿Podrá el '44' devolverle la gloria a la casa de Ferrari?