Mientras los rumores sobre una posible negociación con el Galatasaray siguen tomando fuerza, Paulo Dybala demostró que quiere seguir siendo decisivo para la Roma. Y lo hizo con hechos. El argentino firmó una actuación espectacular contra el Parma, liderando una contundente goleada (5-0) que permitió a los romanisti dejar atrás la dolorosa derrota ante el Como.
El duelo con los ducali, dadas las posiciones en la clasificación, se presentaba como un enfrentamiento directo en la lucha por la permanencia. Sin embargo, los giallorossi dejaron claro desde el inicio que su verdadero nivel es otro. Apenas transcurridos ocho minutos, Dybala se adentró en el área, donde fue derribado por Balogh, provocando un penalti que él mismo se encargó de transformar. El gol allanó el camino para los de Ranieri, que ampliaron su ventaja solo cinco minutos después con una espectacular volea de Saelemaekers tras un centro de Angeliño.
El Parma intentó reaccionar antes del descanso, pero esa idea se apagó al comienzo de la segunda mitad. Dybala apareció nuevamente, empujando el balón a la red tras un disparo rechazado de Saelemaekers. Los ducali estuvieron cerca de recortar distancias con un potente disparo desde lejos de Camara que se estrelló en el larguero, pero ese fue su último destello en el partido. Y la Roma se desató en los minutos finales: Paredes, desde el punto de penalti, anotó el 4-0, y Dovbyk cerró la goleada recibiendo una asistencia de Dybala.
Esta victoria no solo supone un respiro en la clasificación (los giallorossi son décimos, con cinco puntos de ventaja sobre los puestos de descenso), sino que también alivia el ambiente en un entorno romanista más deprimido que nunca.
TOMADO DE DIARIO AS