Alemania era un mar de lágrimas después del mazazo que supuso la derrota (y eliminación), en casa, de la selección alemana en los cuartos de final disputados en Stuttgart ante España (2-1). No es que no supieran del potencial de la Roja en la selección germana, pero la forma de caer, cuando faltaban apenas minutos para la prórroga, dejó helados a los jugadores y a la afición.

Füllkug, uno de los que habló después de un partido en el que entró en la segunda parte por Gündogan, era la viva imagen del abatimiento. «Es triste, pero esto ya se terminó y cada segundo que pasa es más difícil darse cuenta». «Es realmente difícil lidiar con eso. No hay consuelo en este momento. Tomará tiempo superarlo», añadió.

El delantero del Dortmund, que también se quedó a las puertas de ganar la final de la Champions perdida ante el Real Madrid, explicó lo que ocurrió en el vestuario después del encuentro. Según sus declaraciones, Joshua Kimmich y Toni Kroos hablaron en el vestuario y dieron palabras de aliento a sus compañeros. «Hubo dos discursos muy buenos de dos jugadores que valoraron muy bien las cosas. Nagelsmann también habló. Se derramaron muchas lágrimas». «Todo fueron buenas palabras, pero al final nada te consuela».

TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO