Toni Kroos acaba de anunciar su inminente jubilación como futbolista. A sus 34 años está completando una de sus mejores temporadas en el Real Madrid y ha confirmado su regreso a la selección alemana para intentar despedirse este verano como profesional ganando la Eurocopa. El centrocampista que ha pasado los últimos diez años de su carrera en el club blanco pudo ser del Barça en 2014. De hecho, por aquel entonces era la opción que más se imaginaba, cuando se estropeó por diversas razones su relación con el club con el que se había presentado a la élite, el Bayern, que le puso en el mercado a un precio de saldo para un jugador de su categoría: 25 millones de euros. En primera instancia, por sus características, parecía un perfil ideal para encajar en el estilo de juego del Barça, de mucho toque y asociación. El club azulgrana le tuvo en consideración, pero el contexto temporal en que hubo esa oportunidad de mercado perjudicó su candidatura.

En 2014, el Barça aún estiraba el que ha sido el mejor centro del campo de su historia, el que integraban Sergio Busquets, Andrés Iniesta y Xavi Hernández, quien por entonces tenía 34 años, la misma edad de Kroos ahora, y meditaba la posibilidad de apurar su carrera en otro fútbol. Finalmente, Xavi permaneció una temporada más, aunque con un protagonismo claramente menor al que había tenido. En aquella época, Kroos veía al Barça como una salida plausible después de que se envenenara su presencia en el Bayern. Su agente, Volker Struth. explicó años después a Bild que  “en septiembre de 2013, el Bayern quería ampliar su contrato, pero Toni no. Ofrecieron 6 millones por temporada. ¿Acaso ellos olvidaron que yo sabía que estaban pagando 10 millones anuales a Mario Götze? Así que pedimos 10. Guardiola quiso retenerlo. ‘Te necesito aquí’, le dijo”, explicó a Bild el representante.

A Kroos, que fue evolucionando como un gran centrocampista generador de corte clásico, se le veía entonces como un mediapunta más avanzado. Con Luis Enrique Martínez en el banquillo, el Barça de 2014-15 volcaba su fútbol en uno de los mejores tridentes ofensivos de la historia, el formado por Leo Messi, Luis Suárez y Neymar -122 goles entre los tres en el curso 2014-15-, así que en la zona ancha la pretensión de aunar espíritu de sacrificio y nivel técnico para arropar ese vuelco hacia el área rival se interpretó que lo podía encarnar muy adecuadamente Ivan Rakitic, como así fue. El croata, entonces líder de un gran Sevilla FC, tenía 26 años recién cumplidos. El Barça se llevó a Rakitic por 20 millones de euros más la cesión de Denis Suárez. Rakitic supo bien qué trabajo le tocaba hacer en aquel equipazo que por entonces era el Barça. Triplete en mano, en junio de 2015, Rakitic legitimó su papel como titular con una fórmula asumida de antemano: «Si te tiene que doler la espalda y correr 10.000 metros en un equipo así se corren». En 2024, recordó esa idea: «En Sevilla era el capitán, pero cuando llegas a Barcelona, tu rol cambia». De hecho, Rakitic triunfó como culé: fue titular en el segundo triplete del Barça, teniendo además su foco de gloria individual al marcar el 1-0 en la final de la Champions League ante la Juventus, que acabó 3-1. Luego, hasta su adiós azulgrana en 2020, ganó 4 Ligas  y 4 Copas del Rey. De hecho, Rakitic aún es uno de los fichajes más rentables que ha hecho el Barça desde entonces.

Las fechas ayudan a contextualizar el puzzle. Rakitic recordó  recientemente que su llegada al Barça se cerró cuanso «Andoni Zubizarreta -director deportico- me llamó antes de empezar el Mundial, al día siguiente me llamó Luis Enrique, y en tres días cerramos mi traspaso». El Mundial de 2014 empezó el 12 de junio y el fichaje de Rakitic por el Barça se hizo oficial el 16 de ese mismo mes. El fichaje del Real Madrid fue oficial el 17 de julio; es decir, más de un mes después que la contratación culé de Rakitic.

Por su parte, el Real Madrid acertó de pleno al aprovechar la coyuntura y firmar a Kroos, que se irá este verano de momento con 22 títulos, 23 si se apunta su quinta Champions League como merengue y la sexta de su carrera, tras haber ganado la de 2013  con el Bayern precisamente ante el rival que le aguarda al Madrid en Wembley el próximo 1 de junio, el Borussia Dortmund.

TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO