El Manchester City sufrió lo indecible en el City Ground pero sigue dependiendo de sí mismo para ganar su cuarta Premier League consecutiva tras derrotar a un Nottingham, a un punto de los puestos de descenso, que se juega la permanencia y le puso en muchos aprietos (0-2).

Los goles de Josko Gvardiol y del reaparecido Erling Haaland, tras sendas asistencias de Kevin de Bruyne, fue la respuesta del City al triunfo del líder Arsenal en el derbi ante el Tottenham (2-3) y la diferencia entre ambos equipos sigue siendo de un punto a falta de tres jornadas, aunque los ‘citizens’ tienen un partido pendiente.

Pep Guardiola afrontó su partido 300 como entrenador en la Premier League con la importante baja de última hora por enfermedad de Phil Foden, mientras Haaland, tras dos partidos de baja, volvió a la convocatoria aunque empezó en el banquillo.

Nuno Espirito Santo. uno de los técnicos con mejor balance en sus duelos con Pep, alteró su esquema habitual apostando por tres centrales y dos carrileros, Neco Williams y Ola Aina, que llevaron peligro por las bandas.

Un planteamiento que complicó mucho el partido al City que, pese a dominar la posesión, no pudo evitar el intercambio de golpes con llegadas a ambas áreas.

Un escenario que no le gustó a Guardiola, quien apenas pudo respirar tranquilo cuando Gvardiol abrió el marcador al cabecear en el primer palo un córner botado por Kevin de Bruyne (32′). Es el tercer gol del defensa croata, en racha, en las últimas tres semanas incluido uno al Real Madrid en Champions.

Tampoco alivió al City que Williams tuviera que retirarse con molestias ya que su relevo, Gonzalo Montiel, también percutió por su banda con un pase atrás que Chris Wood, solo en el área pequeña, no acertó a llevar al red al fallar incompresiblemente en el golpe.

TEXTO TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO