En un giro sin precedentes en la Liga MX, el arquero de Tigres, Nahuel Guzmán, ha recibido una de las sanciones más severas tras un incidente de indisciplina durante el clásico contra Rayados de Monterrey.

La Comisión Disciplinaria de la Federación Mexicana de Fútbol (FMF) le impuso al Patón una suspensión de 11 partidos, además de una multa económica y la obligación de realizar trabajos comunitarios. Este castigo responde a la accionar del guardameta, que desde un palco, utilizó un láser para molestar a su colega de profesión y compatriota, Esteban Andrada, arquero de los Rayados.

La polémica surgió en el empate 3-3 correspondiente a la fecha 15 del Torneo Clausura. Aunque Guzmán no participó en el juego por estar recuperándose de una lesión, su conducta antideportiva quedó evidenciada al ser filmado apuntando con el láser. Las imágenes, que no tardaron en viralizarse en redes sociales, mostraron al ex guardameta de Newell’s apuntando hacia el terreno de juego, una acción que ha sido condenada tanto por aficionados como por autoridades deportivas.

Esta sanción refleja el compromiso de la federación con los principios de deportividad y Fair Play, aplicando de forma rigurosa el Reglamento de Sanciones en su artículo 18, que reprueba cualquier conducta que vaya en detrimento del espectáculo y la integridad del fútbol.