Ayer, durante el entrenamiento del Real Madrid, se disparaba el drama. Thibaut Courtois, que progresaba más que adecuadamente de su rodilla izquierda, sentía un crack en la derecha. No se tardó en confirmar el diagnóstico: rotura del menisco interno. Drama, aunque a medias, porque se temió lo peor. Otro cruzado. No obstante, tras vislumbrar la orilla, el belga tendrá que esperar a ponerse los guantes a la temporada venidera. Hoy se ha operado, con éxito, bajo la supervisión de los servicios médicos del Real Madrid. Al muro de Bree, según ha podido saber AS, le han extirpado el menisco. Su tiempo de baja será de unos dos meses. Adiós a la temporada.

Courtois había esquivado, hasta esa fatídica rotura de cruzado, bajas de larga duración. Sólo en una ocasión había estado en enfermería, sin poder vestirse de corto, durante más de un mes. Sólo en una ocasión se había perdido más de cinco partidos de manera consecutiva. Y curiosamente, fue el mismo problema que el actual. En 2015, también se rompió el menisco de la rodilla derecha durante un entrenamiento. Se operó en Barcelona, cuando aún era jugador de un Chelsea que dirigía José Mourinho. Tras pasar por quirófano, la ausencia fue de casi tres meses. De 84 días concretamente. El belga se perdió 20 encuentros, entre el equipo blue y la selección. El mal menor en esta ocasión es que la temporada llega a su fin. El mayor, que no será el gran refuerzo para el tramo decisivo de la Champions.

Un varapalo en el peor momento, cuando ya había pasado lo peor. Tibu le esperaba Carletto, en el mejor de los casos, para después del parón. Para el duelo ante el Athletic en el Bernabéu del 31 de marzo. Si todo marchaba bien, como así se esperaba, durante los entrenamientos en este tramo internacional. La idea era probarle incluso en algún amistoso contra jugadores del Castilla, para confirmar las buenas sensaciones de esa rodilla izquierda. Durante el entrenamiento de ayer seguían las buenas nuevas en ese respecto. Todo iba sobre ruedas… hasta que sintió un dolor inesperado en ‘la rodilla buena’. “Ha sido una acción normal, se ha ido a incorporar tras una parada y ha escuchado un chasquido en la rodilla. Es lo típico de estas lesiones, te das cuenta de que puede ser la acción más normal de todos, pero el fútbol tiene estas cosas”, explicaba anoche Héctor Fernández, asesor del jugador, en ‘El Larguero’.

¿Qué opciones había?

En la recuperación no se correrán riesgos. Sin prisa. No es buena compañera de viaje para poner a punto un corpachón de dos metros que ha sufrido dos severos percances. Uno por rodilla. A pesar de que se haya optado por la extirpación y no la sutura de la zona. La primera opción, la elegida, acelera plazos, pero conllevo mayores riesgos a largo plazo por la afectación, ante la ausencia de menisco, del cartílago. La segunda implica un mayor tiempo de recuperación, pero conserva el menisco íntegro. No obstante, es una técnica arriesgada y, como ha ocurrido, por ejemplo, con Ansu Fati, puede dar problemas y provocar nuevas intervenciones. Una balanza que tanto el Madrid como el jugador han valorado, lógicamente, y ha pesado la opción que han considerado más adecuada en el caso de Courtois.

Hay una fecha que aún podría encajar en un regreso exprés: la final de Champions. Es el 1 de junio y encaja en los dos meses. Sin embargo, resulta aventurado, mucho, que sin ritmo de competición, una temporada después, Courtois reaparezca en el día D. Más, teniendo en cuenta que a Tibu no le apremia la Eurocopa. “No iré a la próxima Eurocopa debido a la lesión. Me tengo que recuperar al cien por cien y es mejor no ponerme fecha de recuperación ni objetivos. Si todo va bien podría jugar en mayo, pero es poco tiempo para afrontar con garantías un gran torneo con la selección”, confesó el 19 de diciembre en Sporza. De modo que el objetivo de Courtois es la pretemporada blanca. El asalto a la Costa Este de Estados Unidos.

TOMADO DE DIARIO AS