Paolo Guerrero se mantiene firme en su intención de rescindir su contrato con César Vallejo debido a las amenazas contra su familia. No obstante, el ‘Depredador’ no se olvida del pueblo trujillano, que se ilusionó con la posibilidad de verlo jugar cada fin de semana en el cuadro ‘poeta’, por lo que les dedicó un sentido mensaje de disculpas, en el que volvió a exponer sus razones para no vivir en la ‘ciudad de la eterna primavera’:

El capitán de la selección peruana comenzó solidarizándose con todos los peruanos que han sufrido la delincuencia y reafirmó que a penas comenzaron los mensajes, se los dio a conocer a Richard Acuña, presidente del club norteño:

“Quiero dirigirme a la población de Trujillo y en general a los peruanos víctimas de la inseguridad. A quienes han perdido padres, hijos, hermanos, amigos. A quienes deben dejar parte de su trabajo o su patrimonio en manos de la delincuencia. A todos ellos mi saludo y solidaridad”, inició.

“En los últimos días he expuesto una situación que me afecta y a mi familia: desde el momento mismo en que firmé contrato, mi madre ha recibido mensajes extorsivos dirigidos a mí, que fueron comunicados al presidente del club ese mismo día, quien inclusive nos contactó con la Policía Nacional”, continuó.

Posteriormente, el formado en las divisiones menores de Alianza Lima comentó lo difícil que viene siendo esta situación para su familia, la cual ya vivió una tragedia el 2019, cuando fue asesinado Julio André Carrillo Quispe, hijo de su hermano Julio ‘El Coyote’ Rivera. Además, reveló que la denuncia ante las autoridades se hizo desde un primer momento, y no desde el 14 de febrero como aseguraron algunos.

“Esa situación no ha sido fácil de manejar, pues continuar con tu vida normal mientras la procesión va por dentro, no es sencillo ni agradable. Mucho menos, si continuaban las amenazas sobre los más cercanos: tus padres, tus hijos, tu familia; y menos para una familia como la mía, que hace poco tiempo, marzo de 2019, perdió a un hijo, nieto, sobrino a manos de los delincuentes, dolor que llevamos marcado en nuestros corazones”.

“La denuncia ya está en manos de las autoridades, a quienes desde el primer momento se les comunicó lo que venía ocurriendo, no recién el 14 de mayo (febrero) como maliciosamente se viene asegurando. Serán las autoridades quienes deban pronunciarse”.

El delantero de 40 años también rechazó la intención de César Acuña, gobernador de La Libertad, de gestionar seguridad privada para su persona, pues en su opinión, los recursos no deben ser exclusivos de una persona, por más importante que sea, sino para garantizar la vida de todos los peruanos. Por otro lado, afirmó que no tiene certeza de que su familia estará por completo libre del peligro y fue tajante respecto a pagar a los criminales:

“Algunas personas señalan que el Gobernador de La Libertad tiene la capacidad para gestionar seguridad para mí. Rechazo dicha insinuación o afirmación, por que los recursos públicos en materia de seguridad deben ser en favor de los propios trujillanos. El trato debe ser igualitario, porque todos los peruanos valemos igual”.

“En mi decisión de rescindir el contrato laboral y solicitar mi desvinculación ha primado la vida, la seguridad y la tranquilidad de mi familia, amenazada expresamente, según los mensajes extorsivos, si iba a vivir a Trujillo. No existe ninguna promesa que garantice que no les pasará nada; y tranzar con la delincuencia no puede ser el camino para resolver este problema. Siento que, así como defiendo la camiseta de mi país en la cancha, dando lo mejor de mí hasta el último momento, debo proteger a mi familia, tanto más si tengo un hijo que a la fecha tiene 25 días de nacido, alumbrado prematuramente, y otro de 10 meses, a quienes deseo tener a mi lado y ver crecer, sin su integridad y vida, comprometidas por amenazas”.

Finalmente, el exfutbolista del Bayern Munich expresó su deseo de que todo lo sucedido ayude a visibilizar el problema de inseguridad que azota a Trujillo y todo el Perú, y pidió disculpas a Christian Cueva por involucrarlo al afirmar que él tenía cierto contacto con las mafias que azotan el norte del país:

“Deseo de corazón que la exposición pública de mi problema ayude a que se implementen medidas que permitan que quienes también los padecen, pero no tienen visibilidad pública, como los pequeños empresarios, los peruanos de a pie, las familias peruanas, no sean víctimas de la inseguridad y de la violencia. No solo en Trujillo, sino en ningún lugar de nuestro Perú. Los peruanos merecemos paz, una vida digna y tranquila”.

“A quienes se hayan sentido ofendidos con mis palabras, mi trato o mi emoción, mis disculpas y las de mi abogado. Para Christian Cueva (‘Cuevita’), que solo intentó ayudar averiguando la veracidad de las amenazas a solicitud mía, a través del amigo, del amigo de un amigo, nuestras disculpas también”.

“Al pueblo de Trujillo, mi esperanza que pronto vengan días mejores, que permitan que nadie se vea amenazado por vivir allí”, finalizó.

TEXTO TOMADO DE INFOBAE