El PSG se encuentra con un gran problema con el ‘caso Mbappé’, no sólo por cómo deportivamente la marcha del astro francés puede afectar al equipo sino por la reacción que pueda tener el asunto en su afición si se confirma el adiós del delantero. Pero el club francés parece afrontar el caso, al menos de puertas afuera, con más tranquilidad que cuando Mbappé quiso irse en 2022.

Lo que sí trascendió es que Kylian Mbappé le prometió a Nasser Al-Khelaïfi, presidente del PSG, ya en agosto es que el dirigente qataría sería el primero a quien el atacante informaría cuando tomara la decisión final sobre abandonar o no el club del Parque de los Príncipes. El propio Al-Khelaïfi reiteró en enero, sin divulgar su naturaleza, la existencia de un pacto con el jugador.

En ese pacto al que llegaron Mbappé y Al-Khelaïfi se incluyó también que, en caso de marcharse, el delantero dejaría de percibir 80 millones de euros que le corresponderían.

Resulta difícil pensar que, a estas alturas, Al-Khelaïfi no conozca ya la decisión de Mbappé respecto a su futuro. Pero algunos medios franceses sostienen que dicha comunicación por parte del subcampeón del mundo no se ha producido aún.

TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO