Novak Djokovic ha recuperado su poderío tras superar el proceso viral que minaba su físico. De su contención en el comienzo del Open de Australia, entregar un set en cada uno de sus dos primeros partidos, a meter una marcha más frente al argentino Tomás Etcheverry y empezar a destapar definitivamente el tarro de las esencias en octavos contra el francés Adrian Mannarino.

Recital, capturó los primeros trece juegos consecutivos, venció 6-0, 6-0 y 6-3 al nº 19 del mundo. Otro récord a su larga lista de conquistas: iguala las 58 clasificaciones a cuartos del suizo Roger Federer en torneos de Grand Slam. Estará por decimocuarta vez en esta ronda del Open de Australia, igualando con Rafa Nadal y el australiano John Newcombe. Se queda a una del helvético.

Con 36 años aspira a un undécimo Open de Australia, el 25º Grand Slam que le ponga al frente de la lista histórica de este deporte. Comparte liderato a 24 con la australiana Margaret Court.

Afronta esta temporada olímpica con el aval de haber llegado a las cuatro finales de Grand Slam de 2023, de las que sólo perdió la de Wimbledon a manos de Carlos Alcaraz, a quien arrebató la condición de número uno final del año.

Sigue a la carga, porque los dos motivos que llevarían a Novak Djokovic a pensar en la retirada los tiene bajo control, no se dan. «Mientras sea el número uno y continúe en la cima, no me siento en posición de meditar dejarlo. Cuando vea que no soy capaz de competir al máximo nivel con los chicos y ser candidato a un título de Grand Slam, probablemente considere la retirada», reflexionó este domingo en Melbourne.

Otro desencadenante sería más privado. «Pueden cambiar muchas cosas. No soy un chaval, soy padre y marido. Pasan un montón de cosas fuera de la cancha, en mi vida privada, que requieren mi atención. Mi presencia y mi energía», apunta.

Lo público y lo privado, lo deportivo y lo familiar. Ámbitos interconectados. Hay orden por ahora en el ámbito de Novak Djokovic, que tiene el martes una cita con Taylor Fritz en cuartos del Open de Australia.

Tomado de: Mundo Deportivo