El 2023 dejó una última (mala) noticia para el fútbol italiano. Tras un acalorado Consejo de Ministros, el Gobierno del país transalpino decidió eliminar la prórroga del ‘Decreto Crescita’ para el mundo del deporte. Eso incluía el fútbol… y la Serie A. Es decir, la anulación de la rebaja fiscal que permitía que los clubes se ahorraran el 50% de los impuestos que pagaba un futbolista que llegaba desde el extranjero. Una medida crucial para traer talento desde fuera. La ‘ley Beckham’ italiana. Con su final, han sido muchas las voces que han clamado desde los clubes contra la medida… augurando un futuro terrible para el ‘Calcio’.

Pero cabe dejar claro que solamente podían beneficiarse de esta medida los fichajes que llegaban a Italia tras estar dos años o más con su residencia fiscal fuera del país… y que firmaban un contrato de dos años o más en Italia. Si en un futuro renovaban, la medida se mantenía.

Como ejemplo, para clarificarlo, pondremos a dos jugadores del Inter con el mismo salario neto… pero diferente coste para el club pues a uno le aplicaba esta medida… y a otro no.

Lautaro Martínez (sin Decreto Crescita) – 6 millones netos de salario y 11,1 millones brutos de coste total.

Marcus Thuram (con Decreto Crescita) – 6 millones netos de salario y 7,9 millones brutos de coste total.

Desde ayer 1 de enero la medida desaparecía de cara al futuro: ningún movimiento de este mercado de enero o de futuras ventanas de transferencia se beneficiarán del ya extinto Decreto Crescita.

«Sólo en Italia se puede cambiar una ley como la del Decreto Crescita de la noche a la mañana sin que haya habido una reunión o una mesa de discusión con los directamente involucrados, como los clubes», declaraba Furlani, CEO del Milan, al enterarse de la noticia. Semanas antes había comentado públicamente que «sin Decreto Crescita sería la destrucción del fútbol italiano».

En la otra acerca de Milán, el Inter se posicionaba del mismo lado que sus rivales. Aquí todos reman en la misma dirección. «No concierne sólo a los jugadores sino también a los entrenadores, como Mourinho. Si hoy queremos traer de vuelta a De Zerbi, sin el Decreto Crescita no podríamos hacerlo teniendo en cuenta lo que ganan allí, en la Premier», defendía Marotta, el homólogo de Furlani en el Inter.

«Es un gol en propia puerta. Seguro que cambian las estrategias de los clubes, habrá un empobrecimiento a nivel de calidad», añadía. Y ellos, el Milan, la Roma, el Napoli, la Juventus… todos se han aprovechado y ahorrado muchos millones. El fichaje de Cristiano Ronaldo, que cobraba 50 millones brutos cada temporada en Turín, fue el primer gran movimiento amparado por esta ley.

Pero hay quién está a favor de la eliminación. Los políticos del Gobierno de Meloni, claro. Son los que han tomado la polémica medida. «Sería inmoral» no eliminarla, es la defensa de Salvini, vicepresidente. Al mismo tiempo, dice que es una ayuda y reconocimiento a las canteras italianas. La Asociación de Futbolistas Italianos defiende esa postura y aboga porque el Decreto Crescita era «discriminación» al jugador italiano.

Y tiene razón, en parte. La medida no va en contra de repatriar jugadores italianos al ‘Calcio’ (Donnarumma, por ejemplo, se habría beneficiado de este) pero sí había provocado que muchos clubes fichen más en el mercado extranjero que en el nacional… pues sale más barato a largo plazo. Los equipos de la Serie A, de hecho, se ahorraron 140 millones de euros en impuestos el pasado curso.

Sin embargo, son pocas las voces a favor… y muchas más las que están en contra. «Juventus, Milan y Roma están destruidos sin el Decreto Crescita. No es bueno porque el Estado no recauda el dinero. Si tienes un extranjero que paga impuestos en Italia, será mejor que alguien que no viene y no los paga, ¿verdad?», dice Lotito, que es senador por la conservadora Forza Italia (parte del Gobierno) y al mismo tiempo dueño de la Lazio. «No nos afectará tanto porque tenemos muchos jugadores jóvenes», se defiende Allegri desde la Juventus.

«Quien eliminó el Decreto Crescita cree que hizo bien pero en realidad ha bajado el nivel del fútbol italiano. No nos olvidemos de las academias: invertimos en nuestros jóvenes y con 16 años se van al extranjero por estas normas que tenemos», añade Carnevali desde el Sassuolo.

En definitiva, un cisma que ha dividido Italia y su fútbol apenas unos meses después de alcanzar tres finales europeas. El ‘Calcio’ contra el propio ‘Calcio’.

FUENTE: MARCA.