El objetivo primordial de las televisiones es ofrecer al espectador -en este caso del fútbol- la mejor experiencia posible a la hora de sentarse en un sofá, en una silla o desde la barra del bar, y ver un encuentro de fútbol. Cada año se incorporan novedades a las retransmisiones de los duelos de Primera y Segunda División española. Gustarán más o menos, pero claro está que la intención es innovar y mejorar la perspectiva del espectador.

La última novedad es el cambio de plano de cámara en los penaltis. Ya lo vimos en el lanzamiento desde los once metros de Dovbyk (el tercero del Girona ante el Alavés) y se repitió en el penalti que Mayoral transformó ante el Atlético para poner el 3-3 definitivo. Un cambio que, por lo que parece, ha llegado para quedarse.

En otras competiciones, como la Premier League o la Carabao Cup, se apuesta por continuar con el plano tradicional.

El debate entre los aficionados está servido. Los hay que ven atractivo el cambio con plano cenital (el de la «vista de pájaro») y también están aquellos fieles al plano general, el que perdura en competiciones británicas.

TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO