Faruk Koca, presidente del Ankaragücü, presentó su dimisión como máximo dirigente del club, horas después de que un juzgado de Ankara decretara prisión preventiva para él por dar un puñetazo en la cara al árbitro del partido que su equipo jugó el lunes contra el Rizespor, Halil Umut Meler.

«Cualquier actitud que ensombrezca el juego limpio, incluida la mía, no debería estar presente en los estadios ni en las salas», dijo el dirigente en un comunicado antes de anunciar su dimisión «para evitar más daños» al club, sus aficionados y su propia familia.

«Me gustaría que se supiera que lamento profundamente que tanto el club que administro, como la comunidad futbolística y nuestro país sean recordados con tal acontecimiento e imagen», concluyó Koca, quien tras el incidente se había justificado.

El presidente del Ankaragücü y otros dos sospechosos de haber agredido al colegiado fueron enviados la mañana de este martes a prisión en Ankara acusados de «lesionar a un funcionario en el ejercicio de su función» y de violar la ley contra violencia en el deporte.

Además, el partido islamista AKP, que gobierna Turquía desde 2002, ha iniciado un proceso disciplinario para expulsar a Koca, militante de su formación y diputado entre 2002 y 2011.

Koca admitió la agresión, pero sostiene que el golpe fue leve y que pasaron cinco segundos entre el puñetazo y el momento en el que Meler se desplomó en el suelo.

El árbitro agredido aseguró a la prensa que Koca le amenazó con las palabras «te mataré» antes de pegarle, y que ha interpuesto denuncia contra el dirigente deportivo.

Meler recibió este martes en el hospital visitas del ministro del Interior, Ali Yerlikaya, y del presidente de la Federación Turca de Fútbol (TFF), Mehmet Büyükeksi, informó la TFF.

El pronóstico del paciente es bueno, el hematoma que sufre bajo el ojo izquierdo se reduce y se espera que sea dado de alta este miércoles, indicaron fuentes médicas a la cadena NTV, que difundió fotos del colegiado con un collarín en una cama del hospital.

El partido Ankaragücü-Rizespor terminó 1-1 tras marcar primero el equipo local en el minuto 14 y finalmente el conjunto visitante en el 97, con fuertes protestas de la afición por la expulsión de un jugador del Ankaragücü por doble amarilla en el minuto 50.

Inmediatamente después de terminar el partido, Koca bajó al césped y asestó al árbitro un puñetazo en la cara, agresión a la que se sumaron otras personas y que acabó con el colegiado tirado en el suelo, antes de ser rescatado por la policía.

La TFF ha suspendido sin fecha los partidos de todas las ligas de fútbol del país y se prevé que se reunirá este miércoles para decidir cómo proceder con la competición.

FUENTE: MARCA.