Un escenario de guerra se apoderó de Vila Belmiro la noche del miércoles (6), después de que el Santos descendiera a la Serie B del Campeonato Brasileño con una derrota por 2-1 ante el Fortaleza en la última jornada del campeonato.

Después de enfrentamientos con la policía en las afueras de Vila Belmiro, los aficionados prendieron fuego a los coches que estaban aparcados fuera del estadio. Se llamó al Departamento de Bomberos para controlar la situación.

Los incidentes comenzaron tras el segundo gol de Fortaleza, en el minuto 49 del segundo tiempo. Los aficionados invadieron la cancha y arrojaron objetos al campo, lo que provocó que el árbitro Leandro Pedro Vuaden pitara el final del partido por razones de seguridad.