El sábado 4 de noviembre se disputará la final de la Copa Libertadores entre Fluminense y Boca Juniors en Río de Janeiro, Brasil.

Para esto, la Alcaldía de la ciudad carioca ha dispuesto una Ley Seca sectorizada en el Estadio Maracaná y alrededores.

Esto es una medida para evitar disturbios a la llegada de los aficionados al estadio en un clima especial donde Fluminense busca su primera Libertadores, mientras que Boca también quiere la ansiada séptima.