El 2 de mayo de 2014, el Shakhtar ganó el título de Liga después de vencer al Illichivets de Mariúpol (3-1). Fue su último partido en su estadio. Ha pasado casi una década y los conflictos bélicos, desde que empezó el primero en la región del Donbass, le han impedido volver. Los alrededores del Donbass Arena es hoy el escenario de los ataques del ejército ruso.

El equipo ucraniano juega exiliado convertido en un símbolo. Vive ‘hospedado’ en Hamburgo para jugar los partidos de la Champions League, en el Volksparkstadion, que ha recobrado el ánimo de la gran competición. La emergencia no resulta fácil. El propio Sudakov lo admitía ayer. Demasiado tiempo viajando, sin la familia, sin apenas ver a su hija recién nacida. “Pasar tanto tiempo fuera de casa nos motiva para ganar y que todo el país vea lo importante que es luchar, no solo en el frente sino también en el campo”.

Durante la temporada viven en Lviv, pero cuando juegan en Europa viajan hasta Polonia, donde se están un par de días en las instalaciones del Legia de Varsovia. Y de ahí a Hamburgo. Los bombardeos dejan muchas historias para una plantilla con casi todos los jugadores de nacionalidad ucraniana.

En los inicios, la propiedad del Shakhtar se puso al lado de la Federación y garantizó seguir jugando, aunque eso supusiera trasladarse a otras ciudades como Kiev o Lviv, siempre con las maletas a punto para tratar de competir por la liga en otras ciudades. La temporada 2022-2023, con el estallido de la guerra con Rusia, en ocasiones están cerca de los refugios antiaéreos. Cuando el club vendió por 100 millones de euros a Mikhailo Mudrik al Chelsea, destinó 25 al ejército y a las familias afectadas por la guerra.

La situación ha afectado mucho al club, que ha visto cómo la situación ha provocado un éxodo de jugadores huyendo del conflicto, entre ellos está Marlon, que pasó por el Barça. Además, tampoco puede contar con sus aficionados para que les apoyen. Sólo en Hamburgo reciben el calor y no son muchos. Sobre el impacto de la guerra, Darijo Srna, el director deportivo, explicó que al principio “era difícil. Perdimos a muchos futbolistas que se marcharon pero después hemos continuado para crear un equipo y vamos por buen camino. Muchos como Sudakov han sufrido y han luchado. En el futuro haremos lo posible para mejorar”, avanzando que está tratando de completar el vestuario con algunos fichajes de nivel. Fuentes periodísticas del país no descartan la llegada de algún jugador en este mercado invernal. “No bajaremos los brazos”.

Hasta ahora, en la Champions League, perdieron en ‘casa’ ante el Porto por 1-3 y frente al Amberes lograron remontar un partido que tenían en contra con un 2-0 impensable para un equipo con tradición europea. Al final, un esperanzador 2-3 que les mantiene en la lucha por clasificarse para los octavos de final. Ganar al Barça sería una muestra de “orgullo”, aunque saben que está difícil. “El Barça es favorito”, no dejan de recordar.

Hoy, en los prolegómenos del partido, una delegación del club se verá con la directiva del Barça. Le explicarán cómo compiten y cómo están tratando de sobrevivir a la guerra.

TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO