Se acerca la definición de la Copa Libertadores entre Fluminense y Boca y crece la tensión en Río de Janeiro, en donde se celebrará el próximo 4 de noviembre el partido decisivo a partir de las 17 en el Maracaná. A días de la final, se produjeron fuertes incidentes en la vía pública.

Según el periódico O Globo, se vivió uno de los peores ataques criminales en la historia de la ciudad carioca cuando un grupo parapolicial prendió fuego 35 colectivos de línea en barrios controlados por las milicias como lo son Guaratiba, Inhoaíba, Paciencia, Campo Grande y Santa Cruz, dado que uno de los líderes, Matheus da Silva Rezende, había sido asesinado a tiros por la fuerza de seguridad estatal.

Faustao, como lo conocían, era también el sobrino del máximo jefe del grupo, Luis Antonio da Silva Braga. Este embate civil desató un caos en Río que interrumpió el tránsito y produjo 12 detenciones, además de que varias empresas se alinearon en un paro de transportes por seguridad.

Claudio Castro, el gobernador de la ciudad, advirtió, vía redes sociales, que no pondrán un alto al conflicto: «¡No vamos a parar! Nuestras acciones para asfixiar al crimen organizado han dado resultados diarios. Hoy asistimos a un duro golpe a la mayor milicia de la Zona Oeste».

Texto tomado de TYC Sports