La final de la Copa Libertadores entre Fluminense y Boca Juniors a jugarse en el Estadio Maracaná este 4 de Noviembre corre riesgo de no disputarse en dicho escenario.
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Según informa el medio Jornal O Globo de Brasil, indican que en CONMEBOL hay una fuerte molestia con el Flamengo por el tema de la disponibilidad de asientos para esta definición.
Cuentan que el club rojinegro -eterno rival del ‘Flu’- quiere contar con más asientos y palcos para esta gran final, más que los clubes finalistas.
El medio brasileño asegura que Alejandro Domínguez, presidente de CONMEBOL, ha dado un ultimátum a su par de la CBF, Ednaldo Rodrigues, que si la situación no mejora, podría plantearse el cambio de sede.