Joao Félix (23 años) cumplió su sueño de recalar en el FC Barcelona. Lo hizo cedido, sin opción de compra alguna para el club azulgrana, rebajando muchísimo la ficha que tenía firmada con el Atlético de Madrid y sabiendo que no era una prioridad para Xavi Hernández, su nuevo entrenador. En resumen, que el contexto en el que ha llegado al Barça no es el más halagüeño, pero le da igual. Lo que el internacional portugués quería era meter la cabeza en el vestuario del Barça y a partir de ahí, día a día, ganarse un puesto y convencer a Xavi de que tiene calidad para jugar asiduamente porque puede ser decisivo.
Eso sí, en el proceso para llegar al Barça ha debido hacer sacrificios. Uno de los más importantes, a nivel económico. El Barça no estaba para tirar cohetes a nivel de ‘fair play’ salarial, como es bien sabido. Y además, Joao debía entender que no era una prioridad para el entrenador, que quería reforzar otras posiciones como el pivote, tras la marcha de Busquets, el interior, dado que se fue Kessie, y el lateral derecho, donde priorizaba la llegada de Joao Cancelo.
En este contexto, Joao Félix decidió apostar fuerte por el Barça aún a costa de perder mucho dinero. Le dejó claro a su agente, Jorge Mendes, que si tenía que renunciar a su ficha lo haría y que si para convencer al Atlético tenía que rebajar su ficha, garantizada por contrato, también estaba por la labor. Así, al club colchonero le dijo que estaba dispuesto a rebajar de 12 millones brutos a 6 su salario y también a ampliar su vinculación, que acababa en 2027, prolongándola hasta 2029. Ahora el Atlético lo tiene atado por 5 años, con lo que puede hacer más pequeño su coste de amortización anual y pagarle menos de ficha anual. Y eso comporta un impacto bastante menor ante LaLiga en cuanto a ‘fair play’. Además, el club rojiblanco le tiene más que atado y si triunfa en el Barça no tendrá a un jugador al que le quedan pocos años de contrato.
Por su parte, el Barça sólo le pagará 400.000 euros al año, una ganga, algo que aceptó Joao para poder ser inscrito y entrar en el estrecho margen salarial del Barça. El Atlético pagará otra parte de la ficha pero las versiones difieren. Desde Barcelona se apunta que hasta llegar a su nueva ficha ya rebajada. En Madrid dicen que sólo la parte proporcional a las semanas que ha estado en la disciplina rojiblanca.
En todo caso, el portugués ha hecho una inversión de riesgo pero que le ha permitido recalar en el club que más le ilusionaba. Si sale triunfador de esta cesión, demostrará su calidad y enamorará a los culés, lo que le subirá el caché y animará a los rectores culés y a Xavi a hacer un esfuerzo por quedárselo. Si le sale mal, al menos lo habrá intentado en el actual campeón de Liga y habrá cumplido su sueño de jugar de azulgrana.
Y eso que ofertas de otros clubs potentes no le han faltado. El Liverpool le quiso en un cambio por Darwin Núñez. El Manchester United también se interesó por lograr su cesión. También apretó fuerte el Aston Villa de Unai Emery. En Arabia, el Al-Hilal trató de convencerle antes de lanzarse a por Neymar. Sin embargo, todos se encontraron con la misma respuesta: “No, gracias, quiero ir al Barça y le voy a esperar”. Su espera y su sacrificio económico han valido la pena. Ahora le toca convencer en el campo.
TEXTO TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO