La NASA presentó su avión supersónico X-59, desarrollado con Lockheed Martin. En un video, se mostró la aeronave saliendo de un hangar para someterse a pruebas en tierra. El X-59 es una nave especial, de investigación, diseñada con tecnología que reduce el volumen del estampido sónico de los vuelos supersónicos que se percibe desde tierra. Su diseño fue especialmente ideado para penetrar en la atmósfera con suavidad y evitar el boom sónico.

La misión Questt de la NASA, con su silencioso avión supersónico X-59, tiene como objetivo proporcionar datos a los reguladores que ayudarían a cambiar las reglas de los vuelos supersónicos terrestres. La nave plantea a superar la Mach 1, que es la velocidad a la que el sonido se desplaza en el aire: es decir uno 340 metros por segundo o 1235 kilómetros por hora. Sino a Mach 5,5 es decir, casi 6800 kilómetros por hora, una velocidad que deja de ser supersónica para convertirse en hipersónica.

Se espera que el X-59 solo genere un golpe similar al sonido de la puerta de un automóvil cercano que se cierra de golpe, es decir, solo 75 decibeles de nivel percibido (PLdB). Eso lo convierte en el avión reutilizable más rápido del planeta, por lo que un vuelo de Nueva York a Londres tomaría menos de 60 minutos.

En relación a estos aviones, la compañía Hermeus en Estados Unidos anunció que el año próximo pondrá en el aire un nuevo avión supersónico (Hermeus Quarterhouse) que podría volar de Nueva York a París en tan solo una hora. Se ha realizando una serie de pruebas para someter materiales y equipos a condiciones de alta velocidad. Con el contrato que ganó Hermeus por 30 millones de dólares provenientes de la Fuerza Aérea de los EEUU, la empresa busca construir y volar tres versiones del avión.

El primer vuelo está programado para 2024 y la inversión final podría rondar los 100 millones de dólares, según cálculos de la propia empresa emprendedora.

Según la empresa, la velocidad provendrá de una configuración de motor única, un sistema de propulsión de ciclo combinado basado en turbinas (TBCC).

El Quarterhorse volará de forma autónoma, por lo que el equipo de desarrollo podrá hacer volar prototipos y aprender de ellos sin poner en riesgo la vida de los pilotos. Luego del vuelo de 2024, se hará una versión de transporte de carga de tamaño mediano en 2025 y una versión comercial de pasajeros más grande en 2029.

El objetivo de Hermeus es tener aviones comerciales en servicio a mediados de la década de 2030. “El desafío no es alcanzar velocidades hipersónicas: los misiles y los vehículos espaciales lo hacen regularmente. La dificultad está en construir algo que pueda soportar esas velocidades y tensiones y que sea reutilizable”, precisó Luca Maddalena, investigadora de hipersónicos en la Universidad de Texas en Arlington.

TOMADO DE DIARIO EL UNIVERSO.